Cuenta la leyenda que, hace mucho tiempo, en un mundo maravilloso lleno de magia, existía una pulsera única conocida como la Joya del Presente. Se decía que esta pulsera había sido creada para experimentar la belleza de vivir el momento presente, pero solo una joven había vivido la historia real…
Nacida en un pequeño y triste pueblo costero, en el que sus habitantes se habían olvidado de apreciar lo bonito del momento, la joven, llamada Milalia, era conocida por su amor a la naturaleza y su pasión por las flores. Un día, restaurando la pequeña barca en la que su abuelo solía pescar, vio que algo brillaba en la orilla del mar. La joven, encantada por su reflejo, se acercó sintiendo una oleada de gratitud y asombro por la belleza del entorno. Al cogerla, la puesta de sol y la ola que acariciaba la orilla se volvieron experiencias aún más hermosas, asombrada recordó el final del cuento favorito de su abuela:
“… y en ese pueblo una joven encontrará la Joya del Presente para salvar a sus habitantes, resurgiendo en ellos la magia de vivir en el presente.¨
La joven fue corriendo a compartir la noticia con su padre, un antiguo artesano que pensaba que los cuentos de su madre eran simples mitos. Sosteniéndola en sus mano experimentó la misma sensación de presencia y comprendió que la pulsera tenía el poder de hacer vivir en el momento presente, no dudó un instante de lo que tenía que hacer con ella.
El artesano sabía que tenía que forjar replicas para todos los habitantes del pueblo, cada una con su propio brillo. Los dos se encargaron de que todos los habitantes llevasen una como símbolo de amor y gratitud, poniendo fin a los miedos de la gente.
Desde entonces, la leyenda siguió de generación en generación, cada vez que alguien entregaba una de estas joyas a la persona que amaba recordaba la importancia de disfrutar cada momento de la vida y de la magia que puede encontrarse en la simplicidad del día a día.
Autor: Mila Álvarez